¿Abogados programadores? La revolución tecnológica del sector legal

La imagen de la lentitud y la falta de medios del sistema judicial de nuestro país contribuye a que los ajenos al sector sigan percibiendo al abogado como un profesional que debe perderse entre miles y miles de folios, sin embargo, la búsqueda de abogados programadores en las empresas ya es una realidad. Pero…¿abogados programadores?

Así,  los tradicionales carritos con los que algunos letrados aparecían en los juzgados antes del juicio han sido sustituidos por una Tablet de menos de unos 500 gramos, también el uso de Lexnet o la celebración telemática de juicios de los juicios debido al covid-19 ponen de manifiesto que la revolución tecnológica ha llegado al sector legal.

En este sentido, la práctica totalidad de abogados utiliza hoy en día bases de datos en las que no sólo se puede acceder a todo tipo de legislación y jurisprudencia, también se recopilan artículos doctrinales, revistas jurídicas etc. La normalización del uso de estas herramientas da lugar a la creación de plataformas aún más completas (como es el caso de Jurista Digital), en las que estas bases de datos son sólo una funcionalidad más. Así, desde jurista digital se ofrecen desde herramientas gestión de toda la actividad del jurista, hasta incluso funcionalidades para facilitar el networking con otros profesionales del sector.  

Así, la tecnología en el sector legal supone dos retos, por un lado saber desarrollar este tipo de herramientas y por otro, tener la capacidad de utilizarlas sacando todo el partido posible de ellas. Este último punto es especialmente importante, tanto que utilizar este tipo de herramientas, no es ya una fuente de ventaja competitiva, sino que es una condición indispensable para poder formar parte del mercado.

Así pues, aunque desde hace unos años ya venía haciendo evidente la necesidad de que el jurista tuviese cierta simpatía por lo digital. Pero el uso de herramientas digitales en el sector legal ha ido evolucionando, las herramientas se han ido haciendo más complejas y competitivas, lo cual ha tenido como consecuencia la necesidad de un perfil profesional que cuente con la doble cualificación de un abogado programador, ya que así se podrán desarrollar plataformas que por un lado sean completas y por otro, sean intuitivas y fáciles de utilizar.

Actualmente la falta de abogados programadores se solventa incorporando en un equipo a profesionales de ambas disciplinas, pero esto es poco eficiente, por lo que, a largo plazo, las empresas buscan incorporar a letrados con conocimientos informáticos.

Además, la revolución tecnológica en el sector legal va más allá, por lo que incluso la figura del abogado programador ya puede entenderse desfasada, pues hay una tendencia cada vez mayor a utilizar análisis de datos o inteligencia artificial en cuestiones legales.  

El uso de la inteligencia artificial en el ámbito legal, además de permitir ahorrar costes supone responder mejor a las necesidades de los clientes, así por ejemplo, a partir de un breve cuestionario se podrá generar un modelo de contrato o incluso de demanda menos estandarizado y por ende mejor adaptado a las necesidades del cliente. Además, cuanto más potente sea la herramienta de IA más funcionalidades podrá ofrecer y dependiendo de las dotes del abogado programador, la IA no sólo le permitirá ahorrar costes y satisfacer con menos esfuerzo al cliente, sino que podrá facilitar tareas de gestión del despacho, realizando predicciones, asignando los casos de la manera más precisa según cual sea el abogado idóneo para ello, etc.

En definitiva, se aprecia como la figura del abogado programador, a pesar de combinar disciplinas aparentemente nada relacionadas o incluso antagónicas, es cada vez un perfil más demandado y esta tendencia sólo crecerá en el futuro, pues se buscarán profesionales que sepan educar a la inteligencia artificial para que puedan realizar las labores que antes realizaban ellos. Aunque no puede decirse que la profesión está llamada a extinguirse, si va a sufrir de manera progresiva un gran cambio, de tal manera que los abogados que no sepan adaptarse quedarán fuera del mercado. Tras leer este artículo ¿creeis que es necesario el reciclaje profesional para adquirir competencias digitales? Abrimos el debate en nuestro foro.

¿Abogados programadores?